martes, 25 de noviembre de 2014

Haciendo radio que es gerundio, la aventura de hacer radio comunitaria en Madrid


Este tiempo no he dejado de hacer una de las cosas que más me gusta hacer: hablar, hablar y hablar...

Esto me lleva a pensar que es difícil llevar un blog actualizado cuando a uno lo que le gusta es eso... hablar. Quiero decir... uno se va especializando, para bien y para mal. Y bueno, lo de escribir, pues también, ahí va en el blog paralelo, pero con versos (algunos también grabados).

[Profesión: especializado en no callar ni debajo del agua. Mentira podrida. Porque no hace poco que hablo, hablo y hablo... y porque tampoco es que me esté dedicando sólo a la chapa. Me estoy dedicando a la radio comunitaria.]

Y es en Radio Almenara (la libre de la Ventilla) y en otras como en OMC Radio (Villaverde), Radio Vallekas y Radio Enlace en las que voy encontrando inspiración. Pero claro, en la radio la comunicación es principalmente oral, así que poco tiempo queda para escribir un tantito.

En todo caso... y en todo lugar... ¿dónde quedan tantas palabras Ramón? Pues en el aire compa!

Así, en los últimos meses he seguido contribuyendo a mi querido Sabor de Barrio, alojado al principio en el servidor de la URCM (desde 2007 hasta 2011), y ya, en la actualidad, en otro portal. Digamos que este proyecto ha ido mutando desde la tertulia vecinal, hasta el presente, un informativo, el único de la emisora de Tetuán (Madrid). El objetivo, sin embargo, es el mismo, la capacitación técnica de vecinas y vecinos en el medio radiofónico, el tema: el entorno territorial más inmediato, su barrio.


Por otro lado, la formación. Así en este 2014 iniciamos una autoformación en Radio Almenara, para nuevas socias y socios. Sólo tengo buenos recuerdos de las seis y ocho sesiones que hicimos. Un grupo muy variado, muy diverso, que al final pudo ingresar en el colectivo con más seguridad y autonomía, el objetivo: la posibilidad de participar activamente en un medio de comunicación gestionado por vecinas y vecinos.

Luego, me quedé sin curro (del que sustentarse económicamente, digo).
Y luego me fui inventando curros.

La formación junto a colegas de otras radio posibilitó realizar un muy buen curso en verano. Del que sólo salieron grandes producciones.




 Muchos temas, muy variados, el cartel de este curso era, ¿como decirlo? ¿presuntuoso?, ¿atrevido?, nada más y nada menos que: la radio como herramienta de trabajo en el tercer sector: intervención social y comunicación. Excelentes resultados. Excelente plantel de profesionales que desde sus respectivas experiencias nos ayudaron a que el curso (todo julio, una escuelita de verano) pudiera ser atractiva. No hubo ni una vacante.

Más formaciones. Pues, acabando otra, el jueves (da penita), dos meses de trabajo intenso. En este caso, el título y el tema, ¿prosaico?, ¿interesante?, ¿tenía razón Bertolt Brecht?  Aquí están algunos de los audios que hemos ido realizando. Especiales, divertidos, atrevidos. Nada que ver con las primeras tomas de contacto que hicimos en octubre. Un mes más tarde, tenemos a un equipo de 15 personas realizando un muy buen programa magazine: Aceituna Con Hueso.




Mucho más no me voy a extender...

Digamos, que en esto de la radio comunitaria, la información toma otro cariz. Si el objetivo es relacionarnos con los medios, gestionarlos, aprender sobre la comunicación... pues tendremos que estar con más personas, y en este sentido, ha sido interesante poder conjugar formaciones (talleres, cursos, autoformaciones) y líneas de acción de proyectos colectivos. Al final, se van configurando equipos de personas, y lo de los equipos ilusionados es una maravilla. Además de contar lo qué pasa, nos acabamos contando nosotros y nosotras mismas en relación con lo que narramos, preguntamos, observamos, intuimos...

Pero bueno, podéis seguir nuestras voces en el aire.  Les dejo con una maravillosa. El taller: Comunicación es convivencia, llevado a cabo este noviembre: salió una pieza preciosa. Estoy muy contento de haber escuchado esas voces.
Ah claro, se lo imaginaban. Porque uno no aguanta tanto hablando sin parar (a veces sí), suele sucederle a uno que se cansa de escucharse y empieza a tomarle el gusto a escuchar a las demás, ahí es cuando empieza el lío. Es interesantísimo cuando a uno le cuentan las demás.