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https://www.elsaltodiario.com/ayuntamiento-de-madrid/almeida-le-salva-la-cara-a-vox-en-los-presupuesto-de-madrid
La aprobación de los presupuestos de la ciudad de Madrid durante la jornada del 23 de diciembre es una declaración de intenciones de PP, C’s y Vox y un ataque directo a la FRAVM, radios comunitarias y FAPA
La aprobación de los presupuestos de la ciudad de Madrid durante la jornada del 23 de diciembre es una declaración de intenciones de PP, C’s y Vox. Lo es al menos en cuanto a políticas de concertación con entidades sociales propias de la villa.
En las últimas semanas la cartera de descentralización y reequilibrio territorial, en manos de Silvia Saavedra de Ciudadanos, ha estado en un auténtico brete pues los desmanes declarativos de Vox señalaban a las entidades vecinales de la FRAVM, a las AMPAS de la FAPA Giner de los Ríos o a las radios comunitarias en torno a la URCM, como el escollo que les impedía consignar su voto positivo a los presupuestos municipales. El partido ultraderechista lo hacía utilizando expresiones propias de épocas ultramontanas, en línea con lo que nos tiene acostumbradas desde su estreno en la política mainstream.
A priori sin los votos de Vox, por la lógica parlamentaria, los últimos presupuestos de la era Carmena serían prorrogados sin que nadie pudiera impedirlo. Almeida y Villacís estaban sufriendo inflación parlamentaria, escala municipal.
En el caso de la FRAVM los altisonantes ataques verbales de portavoces de Vox no dejaban demasiado lugar al equívoco: el partido ultraderechista no firmaría a favor si continuaban persistiendo en los presupuestos subvenciones nominativas a cargo de las vecinales. Una federación que cuenta con 184 entidades asociadas en la ciudad de Madrid. En esta villa de villas allá donde hay algo que se llame “barrio” solemos encontrar una suerte de hercúleos vecinos y vecinas proponiendo mejoras para su entorno. El Ayuntamiento, con Gallardón, Botella, Barranco, Manzano, y Carmena concertaron políticas territorializadas con la FRAVM, en el caso de la FAPA Giner de los Ríos o la URCM, la trayectoria es más discreta pero no obstante es significativo que la coalición de partidos conservadores las haya borrado del mapa.
En el diario de la corte, el cronista escribe para los que lleguen por primera vez a la era post-carmena: todo es menos interesante en cuanto a la chicha política pero sin duda más esperpéntico. Digamos que en el salón de plenos durante la sesión extraordinaria de aprobación de presupuestos, aparentemente los votos están ajustados y sin Vox, ni PP ni Cs podrían aprobar las cuentas. Digamos de la misma manera, que frente a ellas y ellos, las izquierdas tenían una baja: una concejal del PSOE no se encontraba a primera hora en el salón; igualmente Inés Sabanés renunció el viernes a su asiento y no hubo tiempo formal para reemplazar su voto.
Spoiler por si acaso: en esta situación no se requieren los votos de Vox para aprobar las cuentas de la ciudad para el ejercicio de 2020. No obstante, parece que nadie se dio cuenta hasta avanzada la sesión, pues los medios de comunicación desde primera hora alertaban de que Vox no iba a apoyar los presupuestos, alertaban de algo anodino. Cabe anotar que la concejal del PSOE se incorporó a tiempo, pero ni con esas salían las cuentas para que la oposición opositara. Parece que las bancadas de Más Madrid y PSOE debieron calcular que la mejor táctica para salvar la cara era salir de la escena en bloque antes de la votación. Y así lo hicieron, se levantaron de las butacas y marcharon. Antes requirieron infructuosamente que se suspendiera la sesión, o al menos que no se utilizaran “filibusterismos parlamentarios”. No cayó esa breva y el secretario y el presidente continuaron con las votaciones ya con el salón a medio gas, es decir, sin la presencia de los representantes de las izquierdas de la capital.
Para acabar la crónica, que parece sainete, rematamos: pese a que en esas circunstancias PP y Cs sí podían sacar sus propios presupuestos con sus votos, aceptaron la enmienda transaccional de Vox por la que entidades sociales con arraigo en los barrios de Madrid se quedan fuera de los presupuestos: la URCM, la Fapa Giner de los Ríos, y una subvención nominativa de la FRAVM encaminada a fomentar la democracia participativa, además de una bajada sustanciosa del proyecto de dinamización de empleo.