lunes, 18 de agosto de 2014

Primer acuerdo planetario para la paz entre los géneros




Voces con el Primer Acuerdo Planetario para la Paz entre los Géneros. Próximamente en más idiomas y lenguas. (En el texto que acompaña al audio solo se recoge el inicio del acuerdo).

Reunidas, personas, hombres y mujeres de diversas culturas, lenguas, orígenes, edades, en Lakabe en el año 14, en el octavo encuentro de género las mujeres y el poder, los hombres y el amor. Indagando en este tiempo en la deconstrucción del paradigma patriarcal al que nombramos como causante de genocidio, feminicidio, infanticidio, y destructor de la vida; buscando los caminos hacia ese otro mundo posible, cuya semilla guardamos cada quien en el propio centro de cada ser, habiendo recogido, escuchado, llorado, abrazado y reivindicando durante estos ocho encuentros y un día el dolor que como mujeres hemos sufrido y sufrimos, que como hombres hemos sufrido y sufrimos, el dolor que como cada niña hemos sufrido y sufrimos, el dolor que como cada niño hemos sufrido y sufrimos. El dolor que vemos y sentimos de la propia vida, el dolor que como parte del sistema hemos infringido también a la vida. Hoy, hoy lo soltamos como paso imprescindible para construir la paz. No lo soltamos al olvido esto no sería ni posible ni deseable, seguramente durante los próximos siglos se recordará esta época como los milenios del dolor y la violencia. Pero hoy aquí, desde la consciencia de nuestro poder tanto individual como colectivo, asumimos el reto de honrar a todas las mujeres que abrieron este camino de libertad y gozo, honrar a todas las personas que se aferraron a su pequeña verdad, intuyendo que ella, su verdad, estaba conectada a una verdad mayor y que así podía acoger y sostener el desafío de ser quien quería ser y era. Gracias a todas esas mujeres, a todos esos hombres que han hecho posible este día de hoy aquí. Porque aquí, hoy, se ha redactado el primer acuerdo planetario para la paz entre géneros, poniendo así fin a la destrucción y la violencia, poniendo fin a la dominación patriarcal en todos los planos de nuestras vidas, desde lo íntimo hasta lo político. Abrimos, así mismo, el espacio a la creación en libertad y seguridad para diseñar otros referentes y otros paradigmas que nos afinen cada vez más con un proyecto de humanidad que trascienda los límites que aprisionan la vida y nos alejan de la felicidad, el gozo y la paz.
[próximamente en más lenguas]

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